lunes, 28 de septiembre de 2015

El Arte de Conversar y Dialogar

EL MILAGRO DEL LENGUAJE

El ser humano es un ser social por naturaleza: nuestra evolución y desarrollo, tanto físico como psicológico, mental y espiritual va de la mano de la vida en sociedad.

Vivir en sociedad sin más, unos junto a otros, nos aporta las ventajas del grupo, de la manada: mejor protección y seguridad, más capacidad de adquirir alimentos y de asegurar la reproducción de la especie; en síntesis: mayor capacidad de supervivencia. Pero para que haya verdaderos factores culturales que provoquen un cambio profundo basado en el mejor aprovechamiento de las capacidades y recursos del grupo, en lo individual y, a la vez, en lo colectivo, es necesaria la “organización”: una sociedad organizada, estructurada, donde hay un sistema de valores que establece una jerarquía que va de la mano de un reparto de funciones, lo cual permite establecer unos objetivos diferentes, pero complementarios, a alcanzar por parte de cada grupo que compone la sociedad organizada; surge así la especialización y el compartir, base del desarrollo y progreso de la humanidad.


SABER HABLAR

En mi artículo anterior traté de la importancia del lenguaje hablado en la evolución individual y colectiva de la Humanidad, a través de la sociedad organizada, que permite trabajar en equipo y con equipos con funciones diferentes, pero todas complementarias entre sí. ¿Cuál es el problema? Hablemos claro: una cosa es hablar, otra conversar y otra muy diferente dialogar.

Nosotros hoy las usamos para expresar lo mismo, pero no es así.


HABLAR, CONVERSAR Y DIALOGAR NO SON LO MISMO

Nos vamos a referir a las relaciones entre seres humanos fuera del marco del lenguaje técnico-cotidiano necesario para trabajar y para atender las necesidades físicas, o sea: a las que solemos emplear en nuestro tiempo libre.

Lo que establece la diferencia entre estas tres formas de comunicación es el ESCUCHAR.
Para saber hablar, primero hay que aprender a escuchar. Y no es lo mismo “oír” que “escuchar”.

Oír es algo pasivo: simplemente callamos, pero no prestamos atención a lo que nos dicen y, la mayoría de las veces, ni siquiera a quien nos está hablando; ponemos cara de interesados, de “póquer” o de desgana, según los casos, pero no hay una actitud activa, de voluntad, de real interés por lo que nos dicen. La escucha siempre es activa, trata de contactar con el sentido de las palabras y sentimientos del otro.

Al escuchar aprendemos y vamos dando forma a nuestro carácter: empezamos a definir nuestros sueños, lo que queremos ser y hacer con nuestra vida. Si nos quedamos solo con el conversar, podremos tener grandes conocimientos y/o ser seres muy sociables y queridos, pero seremos incompletos, pues nos falta el conversar con nosotros mismos, con nuestro yo interior, que es lo más difícil.


SABER ESCUCHAR

Un breve resumen de lo que hemos tratado hasta ahora:

– No sabemos cuándo la humanidad empezó a hablar, pero sí que hay una “gramática universal” y que todos, de pequeños, estamos preparados para aprender cualquier lengua, aunque de mayores ya nos resulte más difícil.

– No es lo mismo hablar, conversar y dialogar, aunque hoy sean sinónimos. Hablar es el parloteo sin sentido; conversar es compartir ideas y escuchar al otro; dialogar es desarrollar el lenguaje del alma, la búsqueda filosófica: hablar y escuchar de corazón a corazón.

– Y La importancia de saber escuchar para salir del parloteo y mejorar nuestra capacidad de conversar, dando los pasos que nos lleven al lenguaje del alma, al diálogo socrático, que busca romper todos los límites que aprisionan a nuestro ser interior.


¿POR QUE ES TAN IMPORTANTE ESCUCHAR BIEN

Diferentes estudios realizados sobre cómo empleamos nuestro tiempo, fuera del sueño, indican que dedicamos el 20% del tiempo a leer y escribir, el 25% a hablar ¡y el 55% a ¿escuchar?!

Y hay una gran diferencia entre OÍR y ESCUCHAR:

– OÍR: es no prestar verdadera atención, es simple captación de una sucesión de sonidos; una actitud pasiva.

– ESCUCHAR: es más que oír con paciencia a los demás; es interpretar y entender lo que alguien dice, es descubrir el sentido que las palabras encierran; es un comportamiento activo que supone acercamiento y acogimiento a la persona comunicante, y aun de interesarse en lo que de verdad importa al otro; es una actitud activa y consciente.



FUENTE: http://filosofia.nueva-acropolis.es/2011/el-arte-de-car-y-dialogar/onvers

1 comentario:

  1. El saber comunicarnos es lo mas importante que debemos tener para una relacion interpersonal y laboral, un ambiente laboral no lo proporciona la compañia, pero debemos tener en cuenta que Nosotros hacemos parte de la misma . !!

    Arnold Mondragon

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